jueves, 29 de octubre de 2009

So Nordic!

Ya hace unos días que volvímos de Oslo y puedo decir que vengo encantadoooo. Al final me llevé más ropa de abrigo que la que utilicé, aunque desde luego la que me puse no me vino mal. Eso de estar a las 2 de la tarde a dos grados de temperatura bufff se notaba bastante, por muchas chaquetas, calcetines, gorro de pelo y botas que me pusiera.

La ciudad en sí es bonita, algo más pequeña de lo que me esperaba, pero bien es cierto que tiene casi 600.000 habitantes. Yo iba como el típico español que va a los países nórdicos en búsca de rubios increíbles y solo me encontré a 2. Eso sí, las chicas eran más guapas.

Pero lo que más me sorprendió fue la diferente experiencia erasmus que se puede tener. Allí no hay 600 españoles de erasmus, hay 20. También polacos, alemanes, checos, de Kazajistán, de Macedonia, mexicanos, argentinos, sudafricanos, neozelandeses, australianos...en fín que digamos que se vive mucha más multiculturalidad que aquí en Milán. Fuimos a una pequeña fiesta de Mojitos en la residencia de estudiantes y era más bien como una reunión de 15 personas tomando mojitos tranquilamente y hablando en inglés, ¡Hasta los españoles, entre ellos hablaban en inglés!. A nosotros aquí en Milán, aunque haya un extranjero delante no se nos ocurre hablar en inglés o en italiano entre nosotros ni de coña. Creo que antes aprenden español los italianos que nosotros su idioma.

Pero desde luego no es algo que no me guste, todo lo contrario, lo veo mucho mejor. Eso sí, creo que el tema de salir de fiesta es mejor aquí. Aunque lo más probable es que allí sí hagas verdaderos amigos, de confianza y aquí yo tenga 4 y el resto quedarán en el recuerdo de la experiencia y punto.

Oslo es una ciudad carísima, una de las más caras del mundo. Solo el viaje del aeropuerto (Torp) a Oslo eran como 21€ ida y 21€ vuelta, un chocolate como 7€ y un menú del Mcdonals 12€, con esto lo digo todo.

Aprovechamos muy bien los días, viendo la ciudad, la ópera (muy bonita), jardín botánico, vigelandpark con más de 200 estatuas, el museo folclórico donde podías encontrar las típicas casas noruegas de 1600-1700, iglesias vikingas, todo en un paraje otoñal espectacular.

Una de las cosas que peor llevaba era que se anocheciera tan temprano, en especial cuando nos tocó cambiar el horario a una hora menos. Nos anochecía a las 17:00, pero noche cerrada ya. Al principio me costó un poco, pero luego lo que hacía era tomarme un chocolate caliente a esas horas en un Weyness Coffee y punto...mmmmm que rico.

Creo que el anochecer tan tamprano sería la única pega que le pondría a Oslo, por lo demás, ni el frío, ni los precios (si ganara dinero allí claro, pues con un sueldo español es IMPOSIBLE sobrevivir en Oslo) hacen de menos a la ciudad. ¡Ah y el transporte público genial!...al fín en los tranvias había mapas de las líneas y las paradas...dios mío, no como en Milán!

Ahora me apetece conocer Estocolmo también, aunque antes va Praga que ya me han liado mis compañeros y nos vamos en Diciembre! jijiji.

Os dejo unas fotoooos.muaks.

PD: por fín, tras una semana, tenemos agua caliente y calefacción!
PD2: Ayer me pillaron colandome en el metro y me querían multar, suerte que soy buen actor e hice de español perdido por el mundo.

Castillo Oslo



Karls Johans Gate


Vista del puerto desde el Castillo


Iglesia Vikinga en Vigelandpark


Opera Oslo

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